viernes, 5 de septiembre de 2008

Un recorrido excepcional


Nos despertaron muy temprano, a las 5:30. un rápido forcejeo con la cama para levantarnos, un ligero desayuno. En la puerta del hotel nos esperaba nuestro transporte. Del lado del copiloto bajó Lucía, quien sería nuestra guía durante el viaje al famoso pueblo de Chivay, hogar de uno de los cañones más grandes del mundo El Colca.

Comenzaron las cuatro horas de recorrido. Mientras varios dormían, yo me imaginaba cómo sería el lugar del que tanto me habían hablado... No creímos que durante el camino veríamos algo tan genial. Una vez que llegamos al mirador ubicado en el punto más alto, nuestras expectativas se superaron. Teníamos una vista perfecta del valle, y de la cima del cañón.


El paisaje nos dejó boquiabiertos, se veía claramente cómo a nuestra derecha el cañón era muy bajo, mientras que a la izquierda crecía hasta llegar a los 3500 metros por encima del río. Ya en este punto, podíamos ver las pequeñas chozas de pobladores alrededor del cañón, intimidadas por las construcciones de ladrillos que abrumaban la pequeña plaza.


Una vez hospedados en el pueblo pudimos comprobar que verdaderamente, la tradición de hospitalidad y de unidad seguía vigente en el corazón de cada uno de los lugareños. En la noche, la plaza se vistió con inmensas alfombras florales que representaban diferentes símbolos religiosos, pero mejor que eso, fue ver la cara de cada uno de los participantes, quienes en familia, se enorgullecían por su ciudad


Hans Frech

No hay comentarios: